En 2010 se cumplieron 5o años de la publicación de Matar un ruiseñor escrita por Harper Lee. La novela tuvo (y sigue teniendo) un éxito de ventas arrollador: más de 30 millones de ejemplares vendidos. En 1961 ganó el premio Pulitzer y en 1962 se estrenó la famosa película de Robert Mulligan que no hizo sino acrecentar la leyenda de una historia irrepetible y maravillosa. Si a ello sumamos la aureola de misterio que envuelve a su autora, quien tras el éxito de la novela decidió huir de la fama y que nunca llegó a publicar una segunda novela (que en palabras de Umberto Eco hubiera vendido miles de ejemplares aunque hubiese copiado un listín telefónico cualquiera), esa leyenda no hace sino aumentar de forma exponencial. Si comparamos la novela y la película, hay que decir que por una vez las dos obras de arte se parecen bastante, lo que quizás se deba a la actitud de profundo respeto que los responsables de la película, Robert Mulligan, el productor Alan J. Pakula y el guionista Horton Foote manifestaron en todo momento hacia un texto que veneraban y que tiene tanto prestigio en los Estados Unidos que algunos estudios han llegado a considerarlo como el más influyente del país después de la Biblia. La historia está contada en primera persona por la niña protagonista que, a pesar de relatar hechos del pasado, nunca abandona esa mirada infantil y consigue recrear un clima entre fantástico y realista, aderezada por citas inolvidables que reproducen perfectamente lo que se pueden denominar los valores norteamericanos en un sentido espiritual y emocional. Queda aquí como ejemplo una de ellas, en las que Atticus Finch se dirige a sus hijos y que resume un poco el "alma" del relato:
"Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida de antemano, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final, pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez, vence".Puedes encontrar la película en nuestra Biblioteca con la signatura: EK-0673
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esta es la opinión de los internautas, no de la Biblioteca de Ciencias Jurídico-Sociales de la Universidad de Oviedo.
Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de lugar