jueves, 21 de junio de 2012

BIBLIOTECARIOS EMPRENDEDORES

Las bibliotecas universitarias están viviendo un momento de gran incertidumbre. La crisis económica está provocando recortes de presupuestos, despidos de personal y reducción de horarios. A esto se suma que los bibliotecarios no hemos encontrado aún el modo de dar soporte al aprendizaje, la docencia y la investigación en las universidades del siglo XIX.
En algunos foros se discute la forma de modificar nuestra tradicional manera de trabajar para buscar formulas nuevas. Se trata de encontrar un nuevo paradigma, que debe ir más allá de ofrecer información y espacios de estudio. Debemos colaborar en los procesos de aprendizaje, de docencia y ayudar a los investigadores en sus proyectos de investigación. No estamos hablando de la desaparición de la profesión sino de una nueva manera de ser bibliotecario.
En una institución donde la tradición es un lastre, algunas bibliotecas, conscientes de  los cambios que se están producido, han dado pequeños pasos para adaptarse a los mismos: un perfil en Facebook, libros electrónicos, etc.  Pero generalmente estos pasos han ido siempre por detrás de las necesidades de nuestros usuarios.
En un momento de gran inseguridad profesional y económica no podemos seguir haciendo lo que hacemos. No se trata solamente de nuestra supervivencia profesional, tenemos que procurar cambiar nuestra organización para conectarla con los usuarios, debemos ser permeables a sus necesidades. Las bibliotecas deben ser lo que nuestros usuarios necesiten que sean. Nuestro objetivo en los próximos años no estará solamente en proporcionar información, sino en conseguir que nuestros usuarios tengan éxito en sus tareas. Se trata, por tanto, de mirar de fuera a dentro, de ser creativos, innovar, ser receptivos a las necesidades y proclives a nuevas ideas.
Poner una nueva idea en marcha conlleva estar dispuestos a asumir los errores que se produzcan y refinar o reformular las propuestas. No debemos tener miedo a equivocarnos. Esta es la manera de abrir nuevos caminos, de cambiar inercias. En resumen, debemos ofrecer nuevos modelos de servicios. De no conseguirlo, estaremos al margen de la educación universitaria.
Las escasas ofertas de trabajo que se encuentran en el extranjero demandan un profesional flexible, adaptado,  emprendedor, muy alejado del bibliotecario tradicional.
Algunas bibliotecas ya trabajan en esta línea: enseñan a crear videos o podcast, tienen talleres de autoedición en soporte digital, etc., Incluso, en ciertas bibliotecas americanas, se  enseña a los usuarios a crear prototipos con impresoras en 3D, una manera  de adaptarse a las necesidades que demanda la comunidad.
Son numerosas las publicaciones que tratan este tema. Ya en el año 1987  The Journal of Library Administration publicó un número doble tituladoCreativity, Innovation and Entrepreneurship in Libraries”. Entre los libros más reciente  “The Entrepreneurial Librarian: Essays on the Infusion of Private-Business”, editado por Mary Krautter, Mary Beth Lock Y Mary G. Sceanlon, recopila una serie de proyectos innovadores llevados a cabo por bibliotecarios.
También son varios los congresos y conferencias referidos a este asunto. Una de las universidades que fue pionera en la organización de conferencias The University of North Carolina, tiene programado para mayo de 2013 “The Third Conference for  Entreprenueurial Librarian”.  Pero cada día son más las universidades que se suma a esta iniciativa, como la de Estocolmo o Canadá. Estas universidades, inmersas en un proceso innovador, analizan la forma en que los usuarios demandan sus servicios y los van modificando constantemente en función de sus necesidades.
Quizás es muy pronto para saber lo que serán las bibliotecas del futuro, pero lo que sí  está claro es que los bibliotecarios tenemos que jugar un papel fundamental en su transformación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esta es la opinión de los internautas, no de la Biblioteca de Ciencias Jurídico-Sociales de la Universidad de Oviedo.
Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de lugar