La investigación original realizada
por un postgrado sobre una materia científica, artística o técnica y
puesta por escrito se denomina tesis doctoral y es la que permite, una vez que es aprobada por un tribunal, acceder al grado de Doctor.
Hasta
los años setenta, la localización de una tesis doctoral no publicada
era una tarea casi imposible. Formaba parte de lo que se ha dado en
llamar “literatura gris”, es decir, de las
publicaciones que no se difunden por los canales comerciales de
publicación ordinarios. Esta circunstancia hacía muy difícil para un
investigador localizar una tesis sobre un tema concreto y propiciaba que
doctorandos sin escrúpulos pudiesen plagiar una parte de la obra de
otro y quedar impunes. Pero es a partir de estos años cuando la
situación empieza a cambiar.
En España, la base de datos Teseo reúne,
desde 1976, noticias de las tesis doctorales leídas y consideradas
aptas en las universidades españolas. Se trata de una base de datos
referencial, lo que permite comprobar los datos de las tesis recogidas,
pero no su contenido. Algo semejante ocurre con Dissertation and Tesis, un producto comercial, que reúne información de las tesis, fundamentalmente norteamericanas, desde el año 1861 (cuando se presentó la primera de ellas).
Pero
es en los últimos años cuando el panorama cambia radicalmente. La
aparición de internet y la transformación sustancial de la política
universitaria, que tienden a hacer más visibles los trabajos
científicos, ha propiciado que sean cada vez más las bases de datos que
indizan tesis doctorales, como es el caso de Dialnet. Además, muchas
universidades españolas han creado sus propios repositorios
institucionales, donde suben a texto completo las tesis doctorales y
otros trabajos de sus investigadores.
La
última iniciativa en este sentido es el proyecto DART-Europa que
pretende crear un único portal de búsqueda para las tesis doctorales
publicadas en Europa en formato electrónico. Esta iniciativa pondría muy
difícil el intento de plagio de una tesis a cualquiera que aspirase a
hacerlo en el ámbito europeo, algo que los políticos alemanes parece que
han hecho con cierta facilidad.
Ser
doctor en Alemania da mucho relumbrón. Es un tratamiento usado para
distinguir a una persona, incluso a aquellos que no lo son, pero que
merecerían serlo. Pero hete aquí que llegó la revolución digital y
aparecieron los buscadores que permiten localizar cualquier documento
digitalizado. Y con ellos un foro dedicado a rastrear las tesis
doctorales plagiadas. Se trata de una wiki :“VroniPlag”, un banco de
datos a los que los aficionados a este tipo de caza suben gratuitamente
sus pesquisas.
Hasta la
fecha ocho personas, políticos e investigadores, han sido desposeídos
del título de doctor. Los dos últimos políticos han sido Karl Theodor zu
Guttenberg, Ministro de Defensa alemán, que algunos suponían sucesor de
Angela Merkel, y su mano derecha y Ministra de Educación Annette
Schavan.
Plagiarios del mundo la hora final se acerca.
Imagen: oposaketatblog
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