El proyecto de Google de digitalizar libros descatalogados para crear una gran biblioteca digital (Google Books) está encontrando serias dificultades tanto en Europa como en Estados Unidos.
El problema lo plantea la digitalización de libros descatalogados que están aún protegidos por derechos de autor, aunque no se encuentren a la venta.
El acuerdo firmado en EE.UU., en octubre de 2008, entre Google y los autores y editores pareció cerrar la polémica, ya que Google se comprometió a crear un “Registro de Derechos de Autor” que distribuiría entre autores y editores el 63% de los ingresos por la venta de libros Por lo que a Europa se refiere, algunos países de la UE como Alemania, Francia y España han denunciado el acuerdo alegando que no respeta su legislación sobre derechos de autor. Esta situación ha obligado a la Comisión Europea a reunir a los partes implicadas (autores, editores, libreros, bibliotecarios e incluso Gobiernos) para analizar la normativa sobre derechos de autor y su posible adaptación de cara a un futuro acuerdo de digitalización.
Los autores son los más proclives a modificar el marco legal existente, ya que serían los más beneficiados con este acuerdo. A él se oponen frontalmente editores y libreros que ven como Google podría hacerse con el control de la industria de libros digitalizados.
El representante de Google en la Comisión Europea ha intentado inclinar la balanza a su favor prometiendo que no digitalizarán ningún libro que este comercializado en Europa por los canales tradicionales, aunque no se encuentre disponible en EE.UU. Por el momento, esta iniciativa no ha logrado vencer la resistencia inicial.
En los últimos días, se ha producido en EE.UU. una reacción en contra de los acuerdos de 2008 en forma de una avalancha de demandas procedentes de importantes editoriales, asociaciones de autores e incluso universidades. También Microsoft, que fracaso en su intento de crear una biblioteca virtual, se ha unido a Yahoo y Amazon en contra del acuerdo.
El jueves pasado, ante el Comité de Justicia de EE.UU que investiga el acuerdo, Google manifestó su disposición a permitir que editoriales y librerías tengan acceso a la venta de los fondos digitalizados de los libros descatalogados. Esto supone un cambio sustancial en su posición de partida pero la última palabra la dirá el Comité Federal el día 8 de octubre.
El problema lo plantea la digitalización de libros descatalogados que están aún protegidos por derechos de autor, aunque no se encuentren a la venta.
El acuerdo firmado en EE.UU., en octubre de 2008, entre Google y los autores y editores pareció cerrar la polémica, ya que Google se comprometió a crear un “Registro de Derechos de Autor” que distribuiría entre autores y editores el 63% de los ingresos por la venta de libros Por lo que a Europa se refiere, algunos países de la UE como Alemania, Francia y España han denunciado el acuerdo alegando que no respeta su legislación sobre derechos de autor. Esta situación ha obligado a la Comisión Europea a reunir a los partes implicadas (autores, editores, libreros, bibliotecarios e incluso Gobiernos) para analizar la normativa sobre derechos de autor y su posible adaptación de cara a un futuro acuerdo de digitalización.
Los autores son los más proclives a modificar el marco legal existente, ya que serían los más beneficiados con este acuerdo. A él se oponen frontalmente editores y libreros que ven como Google podría hacerse con el control de la industria de libros digitalizados.
El representante de Google en la Comisión Europea ha intentado inclinar la balanza a su favor prometiendo que no digitalizarán ningún libro que este comercializado en Europa por los canales tradicionales, aunque no se encuentre disponible en EE.UU. Por el momento, esta iniciativa no ha logrado vencer la resistencia inicial.
En los últimos días, se ha producido en EE.UU. una reacción en contra de los acuerdos de 2008 en forma de una avalancha de demandas procedentes de importantes editoriales, asociaciones de autores e incluso universidades. También Microsoft, que fracaso en su intento de crear una biblioteca virtual, se ha unido a Yahoo y Amazon en contra del acuerdo.
El jueves pasado, ante el Comité de Justicia de EE.UU que investiga el acuerdo, Google manifestó su disposición a permitir que editoriales y librerías tengan acceso a la venta de los fondos digitalizados de los libros descatalogados. Esto supone un cambio sustancial en su posición de partida pero la última palabra la dirá el Comité Federal el día 8 de octubre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esta es la opinión de los internautas, no de la Biblioteca de Ciencias Jurídico-Sociales de la Universidad de Oviedo.
Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de lugar