Con una gran exposición, que se inaugurará el 13 de diciembre, la Biblioteca Nacional de España conmemora del tricentenario de su nacimiento. Las celebraciones de la institución cultural más antigua del país continuarán a lo largo de 2012 con conferencias, conciertos, espectáculos teatrales, sellos conmemorativos, actividades con editores, libreros, etc.
La BNE fue fundada por Felipe V a finales de 1711 a partir de una colección de 6000 volúmenes que el monarca trajo de Francia. En 1712 abre sus puertas al público como Biblioteca Real en el pasadizo que une el Real Alcázar con el Monasterio de la Encarnación.
Desde su fundación hasta la actualidad, son muchos los momentos importantes que ha vivido la institución. La Real orden de 1716, por la cual los impresores debían entregar un ejemplar de todo lo impreso en España, estableció el antecedente de lo que sería el Depósito Legal. Otra fecha significativa fue 1836 en la que pasa a llamarse Biblioteca Nacional y a depender del Gobierno. Vivió también momentos difíciles como la Guerra Civil que provocó su cierre y puso en peligro su colección.
A lo largo de tres siglos, ocupó varias sedes hasta llegar a su actual emplazamiento en 1895, y tuvo 52 directores, desde los confesores del Rey (1712-1761), pasando por escritores ilustres, como es el caso de Leandro Fernández de Moratín o Marcelino Menéndez Pelayo, a bibliotecarios, como su actual directora Gloria Pérez Salmerón.
Atesora 28 millones de documentos, de los cuales se han digitalizado y puesto a disposición del público 53.000, a través de la Biblioteca Digital Hispánica. La digitalización parece, solo en parte, la respuesta a las 20 toneladas de papel que recibe al año, ya que no todos los documentos merecen ser digitalizados.
Como el resto de las instituciones bibliotecarias, la BNE se enfrenta al reto del libro electrónico. Según Darío Villanueva, patrono de la BNE y Director del Consejo Científico de la Biblioteca Digital Miguel de Cervantes, “la existencia de estas grandes bibliotecas que recogen todo lo publicado tendrán aún más sentido en el futuro”.
Sólo el tiempo nos dirá si sus predicciones son acertadas.
La BNE fue fundada por Felipe V a finales de 1711 a partir de una colección de 6000 volúmenes que el monarca trajo de Francia. En 1712 abre sus puertas al público como Biblioteca Real en el pasadizo que une el Real Alcázar con el Monasterio de la Encarnación.
Desde su fundación hasta la actualidad, son muchos los momentos importantes que ha vivido la institución. La Real orden de 1716, por la cual los impresores debían entregar un ejemplar de todo lo impreso en España, estableció el antecedente de lo que sería el Depósito Legal. Otra fecha significativa fue 1836 en la que pasa a llamarse Biblioteca Nacional y a depender del Gobierno. Vivió también momentos difíciles como la Guerra Civil que provocó su cierre y puso en peligro su colección.
A lo largo de tres siglos, ocupó varias sedes hasta llegar a su actual emplazamiento en 1895, y tuvo 52 directores, desde los confesores del Rey (1712-1761), pasando por escritores ilustres, como es el caso de Leandro Fernández de Moratín o Marcelino Menéndez Pelayo, a bibliotecarios, como su actual directora Gloria Pérez Salmerón.
Atesora 28 millones de documentos, de los cuales se han digitalizado y puesto a disposición del público 53.000, a través de la Biblioteca Digital Hispánica. La digitalización parece, solo en parte, la respuesta a las 20 toneladas de papel que recibe al año, ya que no todos los documentos merecen ser digitalizados.
Como el resto de las instituciones bibliotecarias, la BNE se enfrenta al reto del libro electrónico. Según Darío Villanueva, patrono de la BNE y Director del Consejo Científico de la Biblioteca Digital Miguel de Cervantes, “la existencia de estas grandes bibliotecas que recogen todo lo publicado tendrán aún más sentido en el futuro”.
Sólo el tiempo nos dirá si sus predicciones son acertadas.
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Esta es la opinión de los internautas, no de la Biblioteca de Ciencias Jurídico-Sociales de la Universidad de Oviedo.
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