El Departamento de Justicia de EE.UU ha presentado una demanda contra Apple y otras cinco editoriales a las que acusa de conspirar para elevar el precio de los libros electrónicos y vulnerar, de este modo, la libre competencia.
Las conversaciones entre Steve Jobs y las editoriales: McMillan, Pengin, HarperCollins, Hachette y Simons & Schuster, comienzan en 2008 y su acuerdo consistió en subir el precio de los libros electrónicos dos o tres dólares más. De este modo, los minoristas como Amazon o Barnes and Noble se verían obligados a subir el precio.
En el fondo, este acuerdo iba contra Amazon que, con su lector Kindle y un catálogo cercano a un millón de títulos, poseía el 90% del mercado de internet.Apple preparaba el lanzamiento de su iPad y quería asegurarse una cuota en el mercado electrónico. El iPad salió en abril de 2010, con numerosas funcionalidades, entre otras, lector de libros electrónicos, y con su propia tienda de libros iBook, pero
con pocos títulos, aunque muy bien escogidos.
El precio de los libros de Amazon, antes del acuerdo, era de 9,99 dólares, un precio bajo, que había hecho que las ventas funcionasen muy bien, algo que Apple conocía, ya que lo había experimentado con anterioridad en su tienda de música iTunes. Después del acuerdo, para poder competir, Amazon se vio obligado a mantener importantes descuentos en el precio de los libros, lo que le llevo a perder mucho dinero.En la actualidad su dominio ha caído un 60%, aunque esta pérdida de mercado puede ser debida, en gran parte, a tener más competidores.
Tres de las editoriales: Hachette. HarperCollins y Simons & Schuster, se han descolgado del acuerdo alcanzado con Apple, a causa de la demanda y Amazon ha aprovechado para anunciar que bajará el precio de los libros electrónicos.
Fuera de Estados Unidos, Austria ha iniciado también una demanda por el mismo motivo y lo mismo ha ocurrido en el Reino Unido. Por lo que respecta a España, no nos afecta este acuerdo, ya que existe la ley de precio fijo. Aquí el 79% de los internautas jamás ha adquirido un libro digital. Por tanto, a las librerías digitales españolas aún les queda por delante el reto de atraer a los clientes.
Las conversaciones entre Steve Jobs y las editoriales: McMillan, Pengin, HarperCollins, Hachette y Simons & Schuster, comienzan en 2008 y su acuerdo consistió en subir el precio de los libros electrónicos dos o tres dólares más. De este modo, los minoristas como Amazon o Barnes and Noble se verían obligados a subir el precio.
En el fondo, este acuerdo iba contra Amazon que, con su lector Kindle y un catálogo cercano a un millón de títulos, poseía el 90% del mercado de internet.Apple preparaba el lanzamiento de su iPad y quería asegurarse una cuota en el mercado electrónico. El iPad salió en abril de 2010, con numerosas funcionalidades, entre otras, lector de libros electrónicos, y con su propia tienda de libros iBook, pero
con pocos títulos, aunque muy bien escogidos.
El precio de los libros de Amazon, antes del acuerdo, era de 9,99 dólares, un precio bajo, que había hecho que las ventas funcionasen muy bien, algo que Apple conocía, ya que lo había experimentado con anterioridad en su tienda de música iTunes. Después del acuerdo, para poder competir, Amazon se vio obligado a mantener importantes descuentos en el precio de los libros, lo que le llevo a perder mucho dinero.En la actualidad su dominio ha caído un 60%, aunque esta pérdida de mercado puede ser debida, en gran parte, a tener más competidores.
Tres de las editoriales: Hachette. HarperCollins y Simons & Schuster, se han descolgado del acuerdo alcanzado con Apple, a causa de la demanda y Amazon ha aprovechado para anunciar que bajará el precio de los libros electrónicos.
Fuera de Estados Unidos, Austria ha iniciado también una demanda por el mismo motivo y lo mismo ha ocurrido en el Reino Unido. Por lo que respecta a España, no nos afecta este acuerdo, ya que existe la ley de precio fijo. Aquí el 79% de los internautas jamás ha adquirido un libro digital. Por tanto, a las librerías digitales españolas aún les queda por delante el reto de atraer a los clientes.
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Esta es la opinión de los internautas, no de la Biblioteca de Ciencias Jurídico-Sociales de la Universidad de Oviedo.
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